
Pero es curioso y desconcertante que el sacrificio del inocente redundara en perdón de los culpables, incluso de los jalearon su muerte, de los que pensaron "se lo merece", o "algo habrá hecho", o "¿Jesús? ¿Qué Jesús?". Todos estamos contenidos en ese acto último de entrega, así que nuestra muerte murió con Cristo junto a nuestro pecado, por mucho que nos extrañe.
Pero lo que muchos aún no entienden, lo que deja atónito al que se acerca a este misterio, es que la Resurrección de Jesús, sea también nuestra, que hayamos, de alguna manera, resucitado con él.
En ese acontecimiento, se nos ha recreado para la eternidad, hemos sido tejidos de nuevo con fibras extraídas del mismo ser de Dios. Hay, por tanto, algo eterno, que vence a la muerte, entretejido en todos y cada uno de nosotros y nadie ni nada nos lo puede arrebatar. Ahora somos hijos y herederos de una vida que sólo Dios puede conceder. Vivamos como hijos, vivamos como resucitados.
Feliz Pascua.
1 comentario:
Olá !
passei por cá e adorei o teu blog!
Gostaria muito que te juntasses a nós, no blog - http://raizesdomundo.blogspot.com, pois queremos que seja um blog a nivel mundial, inde há já pessoas de vários paises, a lingua não é obstáculo!! Junta-te a nós, envia-me o teu email para:
nyny.sek@gmail.con - e de seguida te enviarei o convite para te tornares autor do mesmo!
Fico á espera!!!
Muita força!!!
Publicar un comentario