17 de diciembre de 2007
ENCARNACIÓN
FELIZ ENCARNACIÓN A TODOS
Sí, un año más nos decidimos a celebrar la fiesta de la Encarnación, eso que nos cuesta tanto: hacernos carne con el mundo, no en general, sino en las particularidades que todos vivimos.
En estas fiestas la costumbre que tenemos es de regalar lo mejor que al otro pueda gustarle. Prisas, comidas, quebraderos de cabeza para ponernos, por unos momentos, en el lugar de la persona a la que queremos y deseamos hacerla feliz.
Más allá del ruido y de las luces (es una fiesta en torno a la luz) está la Vida que se nos da, que se nos oferta gratuitamente para sentirla y vivirla desde lo más profundo de nuestro ser.
Sabemos, porque lo sabemos con certeza, que este acontecimiento es un don preciado para todos. Dios mismo nos visita, se hace condición humana y nos muestra todo lo que es Dios y lo que significa para él la criatura humana. Ese es el recuerdo que revivimos.
Si, eso lo sabemos y es lo que nos mueve en esta tarea en la que juntos andamos trabajando. Pero hoy quiero expresar la importancia que tiene el sentirlo, el hacerlo concreto, real. Nos acostumbramos al amor de Dios y las costumbres, los hábitos, hacen que no descubramos lo profundo de esa cotidianidad.
Dios nos invita a ser en él, a ser lo que somos, para lo que hemos sido creados... para amar y ser amados. El gesto más grande de Dios es no dejarnos a nuestra suerte y darnos lo más preciado, lo que él es en esencia: Amor.
Esta fiesta es de los amantes, de los que lo experimentan y manifiestan en sus vidas. Hay encarnación cuando antes hemos sentido y vivido, experimentado ese amor en nosotros que hace que repartamos lo que hemos recibido.
Hay una canción de Jorge Drexler que dice "cada uno da lo que recibe, luego recibe lo que da", pues eso, que recibamos para dar.
Creo que no puedo desear otra cosa para todos nosotros, sino la de recibir al mismo Dios como lo mejor para la vida de cada uno. Recibirlo con novedad, sin costumbre. Sentirlo como el mejor de los amores, ese que transforma para luego donarse.
Feliz navidad, amigos. Feliz fiesta de la Encarnación. Feliz recibimiento del Amor.
Sigamos siendo amantes, de esos fieles, de los que siguen sorprendiéndose con todo cada día, de los que los minutos se hacen eternos cuando se espera al amor que lo llena todo.
Y sigamos en el camino, que aún tenemos que recibir muchas sorpresas en este año que se nos avecina.
2 de diciembre de 2007
TIEMPO DE ESPERANZA: "MARAN ATHA"
"Cristo nace cada día
en la cara del obrero cansado,
en el rostro de los niños que ríen jugando,
en cada anciano que tenemos al lado.
Cristo nace cada día
y por mucho que queramos matarlo,
nacerá día tras día y minuto a minuto
en cada hombre que quiera aceptarlo"
Se cumplió hace mucho tiempo las promesas de la esperanza, hoy nosotros no sólo recordamos, sino que hacemos presente cada día la presencia de Dios en medio de la humanidad.
Se ha abierto de nuevo el tiempo de esperanza. Son cuatro semanas para preparar el interior de cada uno y el común de la Iglesia.
Se ha abierto de nuevo el tiempo de esperanza. Son cuatro semanas para preparar el interior de cada uno y el común de la Iglesia.
La imagen se tiene es la de una mujer embarazada, le falta poco para dar a luz. Una mujer llena, repleta de Espíritu que nos da la vida. Es también la imagen de una Iglesia también que rebosa de Espíritu y que continuamente da a luz esperanzas a quienes buscan algo más en su vida. Es un canto de esperanza en todos los que donan su vida en el Amor de Dios y lo contagian a los que están a su lado.
Los primeros cristianos gritaban "Maran atha", pidiendo que viniese pronto el Señor en la promesa que les había hecho y pensando que la hora sería rápida... Pero han pasado ya muchos siglos. El Señor sigue haciéndose presente en cada momento de la historia de nuestra vida a través de aquellos que lo acogen en su corazón.
Sí, de verdad es un tiempo de celebración y también es un tiempo de oración.
Es importante seguir recordando las Binaventuranzas porque todas aquellas que están en futuro ("serán conosolados... heredarán la tierra...serán hartos...") están esperando ser presente por los hombres y mujeres que ya celebran el acontecimiento.
Cristo volverá, no sabemos cuando, pero lo que la certeza que tenemos es que su mensaje, tiene aún vigencia.Vivirlo, anunciarlo y que llegue a todos es la tarea de nuestro "hoy".
Porque no está todo terminado es por lo que nos ponemos en la presencia de Dios, hacerlo a su modo es lo que más nos cuesta. Pedimos al Señor que nos ayude a convertirnos a su reino, a su modo de ver el mundo y hoy también nosotros gritamos "Maran atha", Ven Señor Jesús, hazte presente en nuestro ser y en nuestro mundo. El evangelio de Juan nos dice que Jesús ha venido para que tengamos vida y vida en abundancia (Jn 10,10). ¿Queremos más esperanza?
"La puerta oscura del tiempo, del futuro, ha sido abierta de par en par (...) Quien tiene esperanza vive de otra manera; se le ha dado una vida nueva.A lo largo de su existencia, el hombre tiene muchas esperanzas, más grandes o más pequeñas, diferentes según los períodos de su vida. A veces puede parecer que una de estas esperanzas lo llena totalmente y que no necesita de ninguna otra... Sin embargo, cuando estas esperanzas se cumplen, se ve claramente que esto en realidad, no lo era todo. Está claro que el hombre necesita una esperanza que vaya más allá." nos dice el papa en su nueva encíclica sobre la esperanza.
Somos sembradores de esperanza, que disfrutemos lo que estamos viviendo y lo que Dios nos sigue ofertando para hacer un mundo en libertad y amor.
Felicidades si sigues esperando en la vida que también hoy se nos brinda gratuitamente.
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