2 de julio de 2008

Algunos mitos sobre el dinero de la Iglesia en España...: SOLIDARIDAD.NET

Algunos mitos sobre el dinero de la Iglesia en España de: SOLIDARIDAD.NET

El español medio no tiene una gran cultura económica y es fácil hablar de dinero dando la sensación de que "hay algo turbio". Es bueno aclarar algunos mitos.

Queremos comentar aquí algunas ideas que circulan últimamente sobre la economía de la Iglesia en España y más en concreto sobre su relación con el Estado. No hablaremos de las cuentas de la Santa Sede ni de la Iglesia en otros países, excepto por comparación.

MITO 1: La Iglesia es, económicamente, UNA gran entidad

Falso. Jurídica y administrativamente, la Iglesia católica no es UNA entidad. Son -textualmente- 40.000 entidades distintas, sólo en España. Son parroquias, órdenes, movimientos, asociaciones, fundaciones, organizaciones, diócesis... Cada una tiene su propio estatuto económico, cada una lleva sus propias cuentas, según las leyes civiles vigentes y según el derecho canónico. El tesorero de un obispado no tiene nada que ver con el de una ONG católica o con el de una parroquia. Hablar de "el dinero de la Iglesia" es como hablar de "el dinero de la sociedad civil": se refiere a muchas entidades distintas y de muy diversas funciones.

MITO 2: En España, el Estado subvenciona a la Iglesia.

Falso. Son los ciudadanos quienes libremente asignan una cantidad de dinero a la Iglesia mediante la famosa "crucecita" del IRPF. El Estado no da ese dinero, lo dan los ciudadanos. El Estado lo único que hace es ayudar a recaudarlo.

MITO 3: El "sistema alemán" de financiación de la Iglesia es una alternativa que propone el Gobierno

Ojalá. El secretario de Libertades Públicas del PSOE, Álvaro Cuesta, propuso hace unos meses recurrir a un sistema "similar al alemán", que según él es un "impuesto religioso voluntario y adicional" donde el Estado haría de mero recaudador. En realidad, en Alemania, cada ciudadano con capacidad fiscal, por el sólo hecho de estar bautizado, destina automáticamente a su iglesia (católica o protestante) una cantidad adicional de un 9% sobre lo que paga a Hacienda (un 8% en Baviera y Baden-Wutenberg).

La administración alemana se queda entre un 2 y un 4,5% de comisión según el land. Sólo se libran de pagar aquellos que renuncian a su fe mediante declaración de apostasía. Así, en el 2003, la Iglesia católica de Alemania, la más rica de Europa, ingresó, por la vía del Impuesto sobre la Renta, casi 4.500 millones de euros. ¡Compárese el contraste con los 141 millones que recibirá la Iglesia española por la "crucecita" del IRPF este año 2005! Sería muy extraño, realmente, que el Gobierno implantase este sistema en España.

MITO 4: "Lo de las expropiaciones es cosa del pasado".

En España el Estado tiene una larga tradición de confiscar bienes eclesiales. Cuando al Estado le falta dinero, confisca cosas a la Iglesia. Empezó en 1768 (Reforma de Olavide), cuando se expulsó a los jesuitas y se confiscaron sus tierras. Justo antes de la Guerra de Independencia (desamortización de Godoy) se confiscaron los bienes de hospitales, hospicios, casas de misericordia y cofradías, casi todas ellas entidades eclesiales.

En 1808 era José Bonaparte, el hermano de Napoleón, quien confiscaba bienes eclesiales. En 1823 fueron las Cortes de Cádiz, decretando la reducción a un tercio del número de monasterios y conventos. De 1834 a 1854 la famosa desamortización de Mendizábal confiscó todas las propiedades de monjes y frailes y parte de las del clero secular. En 1855 la Ley Pascual Madoz fue la confiscación más completa de bienes del clero, tanto regular como secular. Estas confiscaciones enriquecieron sobre todo a la burguesía urbana y rural.

Hoy, más eficaz que expropiar es amenazar una y otra vez a la Iglesia con dificultar su financiación. El 4 de mayo de 2004 el ministro de Justicia, Juan-Fernando López Aguilar ya declaró que el Gobierno quiero revisar la financiación de la Iglesia y reformar los Acuerdos de 1979, entre la Santa Sede y el Estado. El 22 de julio era el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, quien anunciaba que la financiación de la Iglesia "tendrá que acabarse algún día".

Pero aún así hoy, en pleno siglo XXI, la tradición de expropiar se mantiene viva. El 27 de diciembre de 2004, uno de los portavoces del tripartito catalán, Joan Boada (IC-V-EUA) pedía en el DIARI DE GIRONA "una confiscación y posterior socialización de los bienes de la Iglesia". En mayo de 2002, el arquitecto Oriol Bohigas, ex-concejal y actual asesor del alcalde socialista de Barcelona, pedía "que la Sagrada Familia sea el vestíbulo de la estación del Tren de Alta Velocidad".

Una víctima preferencial son los conventos de monjas carmelitas: en el 2003 el Ayuntamiento de Córdoba (IU) quería expropiar un huerto a un convento carmelita, pero 40.000 firmas y una oleada de e-mails pararon la medida. Lo mismo intentó el ayuntamiento socialista de León en el 2004 con sus carmelitas descalzas, con la consiguiente oleada de quejas ciudadanas. En Esplugues (Barcelona), el Ayuntamiento socialista este año 2005 acosaba con deshaucios y expropiaciones a un monasterio de dominicas aunque la presión ciudadana ha bloqueado el proceso por ahora.

MITO 5: Hay una sobrefinanciación de la Iglesia según el Gobierno laicista de ZP

Es todo lo contario La IGLESIA CATÓLICA ESPAÑOLA AHORRA al ESTADO más de 31.000 MILLONES de EUROS (5,19 billones de pesetas)

Semejante es la cifra que tendría que costear el Estado español para sustituir la labor social que realiza la Iglesia. Levantar sus colegios y hospitales, atender a los enfermos, ancianos, marginados, niños e indigentes, mantener las instalaciones... toda una red de actuaciones que se sostiene gracias a la esmerada y silenciosa labor de los católicos. Nada que ver con la "sobrefinanciación" que comentó el ministro de Trabajo.

Desde que el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, planteó la posible «sobrefinanciación» a la Iglesia católica, el debate sobre la contribución económica del Estado a la institución eclesial ha sido incesante. Cargos políticos, medios de comunicación, representantes católicos... todos han aportado su visión al respecto. Sin embargo, han sido pocos quienes han ofrecido la visión contraria: lo que la iglesia católica, a través de sus distintas acciones sociales, aporta al Estado español.

LA RAZÓN ha elaborado una tabla de gastos e ingresos en la relación Iglesia-Estado y el resultado es demoledor: más de 31.186 millones de euros (cerca de 5,19 billones, con b, de pesetas). Esta escandalosa cifra es lo que le costaría a la Administración Pública toda la labor de la Iglesia en el hipotético caso de que ésta desapareciese o dejara de hacerse cargo de sus colegios, hospitales, ambulatorios, dispensarios, organizaciones no gubernamentales... La labor es tan amplia y los datos tan cuantiosos que resultan más comprensibles analizándolos en los tres grupos mayoritarios de acción -enseñanza, sanidad y obra social- y partiendo de este supuesto: ¿qué le costaría al pueblo español mantener con sus impuestos las actividades de la iglesia y construir y sostener los centros desde donde las realiza? Tradicionalmente la Iglesia siempre ha jugado un papel fundamental en la enseñanza. Algo lógico, puesto que antes de que el Estado financiase la Educación (y la Sanidad, y la obra social...), ella ya tenía escuelas. Tal y como señala el semanario Epoca en su último número, las distintas congregaciones religiosas mantienen en activo 5.141 centros entre guarderías, centros de Educación Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato, en cuyas aulas se sientan 990.774 alumnos dispuestos a compaginar las matemáticas y la literatura con el aprendizaje de los valores cristianos. Según la estimación del exsecretario de Estado de Universidades, Álvaro Marchesi, el coste medio por alumno es de 2.989 euros. Así, la Iglesia se gasta en sus alumnos unos 2.962 millones de euros, pero con la ayuda de 1.783 millones que aporta el Estado, la cifra se reduce a 1.178. A esto hay que añadir que si, según fuentes consultadas por este periódico, construir un colegio público cuesta alrededor de 3 millones de euros, el Estado debería invertir 15.423 millones para ofrecer el mismo servicio que hace la Iglesia -algo menos que el presupuesto de 2004 para los ministerios de Defensa, Interior y Fomento-

El economista y colaborador de LA RAZÓN José Barea afirma que «si la Iglesia no prestase sus servicios, tendrían que aumentarse los impuestos. El beneficio es doble: para los beneficiados y para los contribuyentes». La obra sanitaria de la iglesia no es menos esmerada. Sus 107 hospitales, 128 ambulatorios y dispensarios, 876 centros para ancianos, enfermos crónicos, terminales y minusválidos, atienden a 387.356 personas al año. Para ello cuenta con 51.312 camas que le cuestan 270 euros al día. 0 lo que es lo mismo, 5.056 millones de euros al año. Además, teniendo en cuenta que construir un hospital cuesta del orden de 50 millones de euros, y el resto de los centro unos 4 millones, el Estado deja de hacerse cargo de 5.350 millones en hospitales y de 4.016 en otros centros. La obra social de la Iglesia es muy amplia. Según datos del año 2000, sólo con las aportaciones monetarias de Cáritas (155 millones, de los cuales 47 corrían a cargo del gasto público), Manos Unidas (43 millones en 2003, con una ayuda estatal de 9 millones) y Obras Misionales Pontificias, (21 millones en 2000), el Estado tendría que haber aportado 163 millones. Además, financia el 80 por ciento del patrimonio histórico y artístico de España. Así las cosas, no parece demasiado sensato decir que el Estado mantiene a la Iglesia católica.

Autor: Solidaridad.net- Fecha: 2005-11-22

16 comentarios:

Anónimo dijo...

El mito 1 y el 5 se contradicen.

Si la "iglesia" católica se tuviera que financiar con lo del IRPF mediante el modelo aleman mucha gente iba a apostatar. Y habría otras confesiones religiosas que saldrían ganando.

Hablan del Mito4, porque no hablan del periodo 1936-1979, y otros muchos anteriores que hubo.

No sois hermanitas de la caridad.

Por cierto, pocas visitas tiene el blog.

Rafael dijo...

Hombre, yo no soy hermanita de la caridad, pero las hermanitas de la caridad son Iglesia.
No se habla de ese periodo porque no se está hablando de eso, sino de la financiación actual, tampoco se habla del periodo 350 a.C a 400 d.C., por poner un ejemplo.
Si la gente apostatara para que no se les considerara católica y así reducir la aportación a la Iglesia (siguiendo el modelo alemán), no pasaría nada, seguiríamos igual y nos habríamos quitado un puñado de hipócritas de encima. A lo mejor nos tomábamos un poco más en serio ciertas cosas.

Abel Sosa dijo...

Y el anillo que tiene el papa en su mano derecha que le coge casi dos dedos es falso o verdadero?

Rafael dijo...

Pues no lo sé, ¿tú lo sabes?
¿Te has leído el artículo? Porque no hablamos de anillos ni de otros objetos similares, pero igual tú ya tienes una de esas opiniones a las que la realidad no le importa.

Anónimo dijo...

Simplemente, ¿ Qué piensa los/as misioneros/as que dejan sus vidas por el prójimo, sufren torturas,enfermedades, ven morir a niños hambrientos, guerras crueles, etc,,, de la gran riqueza y la hipocresia( de su santidad, me refiero ) al pedir para los demás rodeado de lujo por todos los lados que se mire ? Y, te aseguro sin saberlo, que el anillo no es de latón. Por cierto, no dudo de la labor de, algunos/as y de parte de la Iglesia en general, y de la obra de jesucristo en particular, pero me choca ver a su cabeza de familia, por así llamarlo, rodeado de, vuelvo a repetir, lujos INNECESARIOS.

APOSTOLADO SEGLAR HUELVA dijo...

Veamos, esos lujos como tu les llamas no dejan de ser herencia del pasado y su valor no deja de ser simbólico. El Papa llega y encuentra algo heredado que se conserva gracias a que se usa. Cuando se marche ni se llevará nada ni lo heredará su familia. La "riqueza" es más por su valor artístico que por otra cosa, para rico Bill Gates, deberías mirar la revista Fortune o Forbes en lugar de repetir tópicos.
Juzgar las intenciones de otro es cosa seria, cuando alguien acusa a una personalidad como el Papa de hipocresía, habla más de la suya que la del otro.
Perdona que considere que careces de autoridad para tomarte consideración.

Abel Sosa dijo...

Ojala, desde mi modesta posición, pueda cada día que me alumbre el sol ser un poco más consciente de que no todo lo que se hace es suficiente para ayudar al projimo y, poner mi granito de arena, a mí manera, para tener un mundo más solidaridario y humano, no el actual.
Partiendo de esa base, yo no me dedico a predicar la igualdad entre los seres humanos, entre otras cosas porque no valgo para ello, pero vuelvo a repetir;
Jesucristo predicaba en una burra, entiendo que los tiempos cambian, hasta ahí llego, pero la riqueza que rodea a su santidad me parece EXCESIVA e INNECESARIA, pues me choca, no entiendo como quien es la CABECERA del cristianismo pueda dar ejemplo con el halo exuberante de oro que siempre lleva alrededor.
Y, a parte de un valor histórico-simbólico innegable, por supuesto, tendrá su valor económico, digo yo.
Por otro lado, no dejo de ver y de leer, que también es infinita la cantidad de obras sociales y de dinero que se deja la iglesia.
Por eso mismo, no comprendo como puede haber tanta distacia entre eso, o entre la cantidad de gente que se deja la vida por los demás en misiones perdidas del mundo, y la riqueza que rodea a su santidad.

Abel Sosa dijo...

Por cierto, evidentemente no creo que me consideres una autoridad para tenerme en consideración, ni yo lo esperaba, además, está bastante claro cual es tu camino y cual es el mío, tampoco hay que se una autoridad en nada para darse cuenta de ello.
Simplemente es que tú tienes un blog y en este caso abierto tanto a la lectura como a escribir comentarios, es tan simple y sencillo como eso. Saludos.

APOSTOLADO SEGLAR HUELVA dijo...

Verás Abel, a lo mejor se me va el tono cuando intento responderte, pero suele pasarme cuando alguien acusa de hipócrita a los demás con tanta alegría y desenfado, cuando recurre a consignas para no ver más que lo que quiere ver o le dejan ver.
Hay cosas mucho más importantes que el legado que la historia ha dejado, tradiciones, ropajes y símbolos que para uno expresan algo y para otros son causa de tropiezo. A lo mejor tenemos que dejar de mirar al dedo y empezar a mirar la luna y dejarnos de fáciles descalificaciones. Sólo eso.

Anónimo dijo...

Se merece mi aprobación y aplauso. Gracias. Desde aquí te invito visitar mi blog, si gusta al caballero.
http://elblogtrigueros.blogspot.com/

Abel Sosa dijo...

Y otra cosa padre, yo no soy el único que tacha a los demás de hipócrita. ( Si la gente apostatara para que no se les considerara católica y así reducir la aportación a la Iglesia (siguiendo el modelo alemán), no pasaría nada, seguiríamos igual y nos habríamos quitado un puñado de "hipócritas" de encima ). Dependiendo de la posición que se tiene en está vida, hay que saber medir las palabras ( eso, siendo usted parroco, no haría falta decirlo), y usted, debería de saber que el respeto es esencial dentro de cualquier comunidad, sea critiana, mahometana, o maradoniana ( tampoco hay que ser un erudito para darse cuenta de ello ). Debería usted saber, que en está vida no solo estamos los cristianos, además, hay más gente y si esas personas con el paso del tiempo han decidido apostatar es su decisión y, la iglesia católica si es tan tolerante como dice, debería de tener en cuenta dichas decisiones y no poner tantas trabas a aquellas personas que desean, por los motivos que sea, desvincularse de la iglesia católica. Es así de sencillo y no entiendo porque tantas trabas, " por quitarse un puñado de hipócritas. Saludos.

Abel Sosa dijo...

Y como lo cortés no quita lo valiente, desearle mis mejores deseos en el ámplio sentido de la palabra durante su estacia, espero que si está comodo por mucho tiempo, en la parroquia de San Antonio Abad de Trigueros. Saludos.

APOSTOLADO SEGLAR HUELVA dijo...

Bueno, si esta conversación fuera de viva voz, hay un chiste que me ayudaría a explicarlo. Normalmente respeto todo lo respetable y cosas que no son tan respetables para no hacer problema. Pero será la edad o la repetición de lo mismo, que a veces se me va la pinza y doy el zapatazo. Me suele pasar con tópicos, estereotipos o preconceptos como los que han salido al principio. Dicho está y no quisiera insistir.
Otra cosa distinta. En España no seguimos el modelo alemán, luego figurar como adscrito a la Iglesia no significa nada civilmente a nivel de financiación y demás, luego por ahí está el problema resuelto.
La famosa apostasía: si tu no quieres ser católico pero te bautizaron de pequeño, no pasa nada, no lo seas y punto. La Iglesia no pone ninguna traba, en absoluto, y quien dice eso o no se ha enterado de nada o miente como un bellaco.
¿Quieres que a la Iglesia le conste tu apostasía? Hazla por escrito y mándala a la parroquia donde figura tu bautismo, lo único que pueden hacer es archivarla para que quede registrada y lamentar tu decisión. No hay nada más. ¿Tan difícil es de entender?

APOSTOLADO SEGLAR HUELVA dijo...

Y, por cierto, gracias por tu bienvenida, espero que nos conozcamos en alguna ocasión. Saludos.

Abel Sosa dijo...

Padre, si se refiere a mí particularmente no quiero apostatar, en verdad, soy cristiano no practicante pero ello no quiere decir que no crea en la obra de jesucristro, al contrario, me parece fascinante y por ello me choca tanto las riquezas que posee la iglesia catolica cristiana y romana.
Por otro lado, si usted dice que la cosa va así, me lo creo y punto, pero, porque acude la gente a los juzgados cuando quieren apostatar y no pueden?. No se que necesidad tienen de ello si tan fácil es como usted dice.
Y, no se preocupe, que aunque no sea practicante ( a mí manera hago lo que puedo ), ya tendré la ocasión de saludarle en persona.
Saludos

APOSTOLADO SEGLAR HUELVA dijo...

Evidentemente era un ejemplo esa forma de plantear el caso, no me refería a nadie en concreto.
Cuando alguien va a un juzgado pidiendo apostatar, el del juzgado pondrá cara de "qué me esta pasando" porque no tiene competencias en eso. Es como si llega y le dice "quiero que me certifique que no creo en la humanidad", no tiene nada que hacer al respecto, el juzgado está para otras cosas.
Apostatar es expresar ante la comunidad humana en la que uno se mueve (familia, amigos, parroquia...)su cambio de situación. Es decir, "antes creía esto y ahora no, que lo sepáis". Y punto.
Pero si nunca uno se ha destacado por su compromiso y práctica religiosa habitual, igual ni se dan cuenta los demás de lo que ha cambiado.