Particularmente trágica la muerte de Mons. Paulos Faraj Rahho, Arzobispo Caldeo de Mosul (Irak), secuestrado al final del Via Crucis, a la salida de la iglesia del Espíritu Santo, la misma dónde, un año antes, el 3 de junio de 2007, fueron asesinados el párroco y tres diáconos. "Mons Rahho tomó su cruz y siguió al Señor Jesús, y así ha contribuido a llevar el derecho en su atormentado País y en al mundo entero, dando testimonio de la verdad. Él era un hombre de paz y diálogo": así lo ha recordado el Santo Padre Benedicto XVI.
Entre los sacerdotes que han muerto en India, Fides cita a Don Bernard Digal, de la archidiócesis de Cuttack-Bhubaneshwar, en Orissa (India): el primer sacerdote católico que ha muerto en la campaña de violencia anticristiana en Orissa que ha provocado, según los datos provistos por la Conferencia Episcopal Indiana, 81 muertos; 22.236 refugiados acogidos en los campos predispuestos por el gobierno y más de 40.00 personas que han huido del distrito de Kandhamal; 450 aldeas afectadas por los desórdenes; 4.677 casas destrozadas; 236 iglesias y 36 conventos, institutos y aulas religiosas destruidas; 5 sacerdotes católicos y 15 pastores violentamente golpeados, una religiosa violada y humillada públicamente. Don Bernard fue atacado y golpeado el 25 de agosto, al inicio de la oleada de violencia, y murió después de dos meses como consecuencia de las graves lesiones sufridas.
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