CARTA PASTORAL DEL SR. OBISPO DE JAÉN CON MOTIVO
DEL DÍA DE SAN JOSÉ OBRERO
«Crisis y paro»
Jaén, 22 de abril de 2010
Los Medios de Comunicación nos hablan que caminamos en España hacia los cinco millones de parados. ¡Cuántas tragedias anónimas y cuánto dolor! Y, en todo el mundo ¿cuántos?
Pensemos, además, que en muchos países el trabajador no tiene seguro de desempleo, ni seguridad social, ni pensión en la vejez... Pensemos que incluso se llega, en más de un lugar, a la explotación de los niños que, abandonando la escuela, se les dedica a trabajos más de una vez clandestinos, mal pagados, si no es a la mendicidad y al tráfico de droga.
En el día de San José Obrero, en que recordamos y nos unimos de forma muy especial a todos los trabajadores, queremos estar muy cerca y pedir al Señor sobre todo por quienes les afectan estos problemas. Queremos reconocer y alabar el esfuerzo de tantos empresarios y organizaciones, como la HOAC., que intentan soluciones y estar muy cerca, todos los días, de los hermanos que sufren esta triste y cruda realidad.
¿Qué nos pasa, podemos preguntar, que a pesar del progreso de la humanidad, tenemos que lamentar situaciones tan críticas y nada excepcionales, aun en países desarrollados? Y siempre llegamos a la misma conclusión: nuestros egoísmos.
En vez de ser hombres y mujeres, hermanos de nuestros hermanos, sin fronteras ni colores, en vez de vivir la solidaridad y caridad, conociendo que es más grande abrir el corazón y nuestras manos para compartir, amar, preferimos atesorar, juntar y más juntar, tener y más tener, cerrar fuerte nuestros puños, olvidándonos del que no tiene y lo necesita. No es éste, desde luego, el camino del Evangelio de Jesucristo.
El verdadero trabajador se siente colaborador de Dios en su obra creadora, en favor de toda la humanidad. Bendice el don de poder ganarse el pan para los suyos y repartir para otros. Busca y trabaja con los demás para que las Instituciones y los Estados contribuyan eficazmente, muy por encima de otros intereses, a la justa reorganización del mundo del trabajo.
San José Obrero, el trabajador callado y honrado de Nazaret, hace ya más de dos mil años que vivió con entrega este programa. A él encomendamos las familias más necesitadas y pedimos mueva e ilumine las mentes y corazones de los responsables más directos en el mundo laboral.
Con mi saludo y felicitación.
RAMÓN DEL HOYO LÓPEZ
OBISPO DE JAÉN
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