Hoy hemos vivido una clausura especial en nuestra querida Casa de Ejercicios Virgen de la Cinta.
Siempre afirmamos que el acto de clausura de un cursillo de cristiandad es un acto gratificante por lo que significa empezar a vivir el cuarto día, (lunes despues del cursillo) desde la esperanza y el amor y llevarlos a nuestros ambientes, empapados por la gracia que el Espiritu derrama en esos dias.
Hoy la clausura, como decía, era especial. Se añadía una despedida: la de nuestras hermanas de la orden de Santa Rafaela María, que durante 41 años han prestado sus servicios en esa casa a toda la Diócesis de Huelva.
Marcada por la gran ausencia de nuestra hermana Susana, la despedida ha sido reflejo de su actuar en la Diócesis subrayando las palabras amor, humidad y servicio.
Desde aquí desearles lo mejor en sus nuevos destinos, y el Señor sabe que han sido Sus manos durante todos estos años y que con ellas han ayudado mucho a construir gran parte de la Diócesis de Huelva.
Gracias, hermanas.
2 comentarios:
Me alegro que haya alguien más para colocar artículos para que todos vayamos compartiendo cosas.
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