Hoy he recibido una carta y se me ha ocurrido compartir con vosotros un trozo de ella. Verdaderamente, en mi cabeza, imagino que en la de muchos también, está muy presente el cómo podemos ser signos de unidad. Cómo llegar a comprender la visión que el otro tiene y compartir todo lo que el Espíritu de Dios nos da en nuestra Diócesis y en nuestra Iglesia.
Estamos viviendo cosas bellas todos los días. Estamos escribiendo historia y eso es importante. Somos protagonistas de un momento concreto dentro de ella, y me gusta que lo sintamos así.
La carta comenzaba hablándome de la importancia que tiene el vivir "las mieles"sin perder de vista "las hieles", para mejorar todo. Hacía especial hincapié en cuatro cosas que no pueden ni deben olvidarse a los que estamos trabajando por la unidad todos los días.
Paso a poneros algunos fragmentos y me encantaría que fuese un poco de debate donde podamos expresar lo que sentimos al respecto. Dice así:
"Cuatro heridas que dañan la unidad interna, con el deseo de sanarlas lo más pronto posible:
+ Falta de paciencia: La misericordia de Dios, tiene la característica de amarnos a cada uno de nosotros, tal y como somos. He aquí uno de los enemigos más habituales de la unidad: ¡la impaciencia!
¿Y no se nos ha ocurrido nunca pensar que tanta exasperación no es sino el reflejo de nuestra falta de paz interior, al mismo tiempo que una tentación disfrazada de razones aparentes?
“Juan le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros.» Pero Jesús dijo: «No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros, está por nosotros.»” (Mc. 9, 38)
+ Ideologías y Magisterio: Una de las causas principales de la falta de comunión en el seno de
Pues esto es lo que os presento como reflexión en alto. Un beso a todos y a todas, claro.
1 comentario:
Muy interesante, pero el lenguaje politicamente correcto chirría un poco (más bien bastante) eso de todos y todas y el uso de la arroba da un poco de grima. Acabaremos todos locos gracias a nuestros políticos y sus grupitos de influencia subvencionada.
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