Llevábamos tiempo preparando el encuentro con mucha alegría por parte de los secretariados que componen
Comenzamos con una oración y D. Baldomero nos dirigió unas palabras de ánimo y de impulso para continuar en nuestra tarea como semillas del reino. Pasó después a informarnos cómo había quedado organizada la diócesis y presentó a los Vicarios que llevarán cada una de las partes en las que la diócesis transmitirá su fe, celebrará su fe y será testigo de ella.
Presentamos la jornada.
La mañana transcurrió en trabajo por grupos sobre el material que se había entregado. Fueron tres bloques que nos sirvieron de reflexión sobre la llamada que se nos sigue haciendo a ser sembradores desde nuestro laicado en nuestros ambientes; cómo es esa semilla del reino hoy, y cómo se va dando a través de nuestras comunidades creyentes.
Después de la comida compartida y tras exponer las conclusiones que los diferentes grupos habían llegado en la mañana, D. Pedro Carrasco, vicario para el testimonio de la fe, nos introdujo en la encíclica Christifideles laici, para abrirse un pequeño debate sobre la misma y la importancia que tiene el cristiano laico como Iglesia que es.
Terminamos con
El ambiente fue cordial en todo momento y muy participativo. Todos coincidíamos en la importancia que tiene sentirnos responsables de nuestra Iglesia; la necesidad que tenemos de sentirnos enviados en las diferentes tareas que tenemos; la importancia de seguir creando una conciencia de unidad; continuar nuestra formación de manera integral; compartir la esperanza que somos y lo que podemos ofertar ante la sociedad en la que estamos inmersos; adquirir una acritud crítica con lo que estamos viviendo y tener un estilo de vida distinto del que normalmente llevamos, apartando la comodidad que se nos pega sin darnos cuenta; ahondar en nuestras raíces cristianas; rescatar el sentido eclesial; potenciar el diálogo entre la fe y la cultura; impulsar y animar a nuestras familias en la transmisión de valores evangélicos; la necesidad de escuchar todas las realidades ; seguir optando por los pobres desde el amor que sólo podemos encontrar en el encuentro con Dios a través de la oración personal y comunitaria.
Valoramos el sentido que tiene juntarnos al menos una vez al año para continuar apostando por la vida que tenemos como Iglesia, como transmisores y signos de esperanza nacida del Evangelio que es el que nos empuja y alimenta para seguir construyendo un mundo de justicia, paz y de alegría que sólo da el Espíritu Santo.
Nos juntamos unas 70 personas pertenecientes a parroquias, movimientos, asociaciones y comunidades:
Parroquias de:
San Pablo, Santiago Apóstol (Huleva), Ntra. Señora de
Movimientos, asociaciones y comunidades:
Cursillos de Cristiandad, Neocatecumenales, Pueblo de Dios, Nueva Tierra, Malkut, Grupo Scout, Vida Ascendente, Cáritas, HOAC, Comunidad Amén.