Tan sólo nos queda una semana para poder celebrar juntos el acontecimiento de la Navidad. Recordar significa volver a pasar por el corazón y vivenciar en nuestro interior el momento fuerte que vivimos en otro tiempo.
La humanidad se prepara para celebrar la Navidad de diferentes maneras. Es cierto que este acontecimiento de la presencia de Dios ha partido en dos la historia y, querámoslo o no, nuestro tiempo cuenta con un antes y un después de Jesucristo.
Es tiempo de recordar que no es hoy el acontecimiento en el que Nace Jesús, pero sin embargo sí el afirmar nuestra presencia concreta en el mundo (como cristianos) concretamente por este acontecimiento. Es momento de sentarnos para darnos las razones suficientes de todo el trabajo y el esfuerzo que estamos haciendo por construir un mundo que se parezca más a como Dios lo pensó. Es momento de contemplar "el misterio" y seguir descubriendo más cosas. Es la vida la que sigue pasando por nuestra historia y a la que nosotros hemos de seguir dando respuestas de Dios.
Sigue siendo un misterio que "la debilidad de un niño" siga llamando a los corazones de los creyentes para ponerse en sus manos. Sigue siendo un misterio que la palabra fraternidad siga sonando fuerte cuando hay muchas razones en muchas personas para borrarla. Sigue siendo un misterio que tú y yo, con nuestras debilidades, nos sigamos sintiendo tocados por el dedo de Dios a continuar un proyecto que va más allá de nosotros, pero también en esta época con nosotros.
Vivamos la Navidad, hagamos que las luces sean de verdad reflejo de La Luz que rompe y rasga la oscuridad, que la mesa de nuestra casa sepa a familia y a vida y compartamos lo que se nos ponga en los platos con sencillez, acordándonos de los que no tienen, que también están en el corazón de Dios. Sirvamos a la humanidad, no nos cansemos. Nuestro oficio es hermoso.
Dios nos siga bendiciendo para ser causa de bendición para muchos.
Un abrazo a todos en este encuentro de Navidad en el Señor
La humanidad se prepara para celebrar la Navidad de diferentes maneras. Es cierto que este acontecimiento de la presencia de Dios ha partido en dos la historia y, querámoslo o no, nuestro tiempo cuenta con un antes y un después de Jesucristo.
Es tiempo de recordar que no es hoy el acontecimiento en el que Nace Jesús, pero sin embargo sí el afirmar nuestra presencia concreta en el mundo (como cristianos) concretamente por este acontecimiento. Es momento de sentarnos para darnos las razones suficientes de todo el trabajo y el esfuerzo que estamos haciendo por construir un mundo que se parezca más a como Dios lo pensó. Es momento de contemplar "el misterio" y seguir descubriendo más cosas. Es la vida la que sigue pasando por nuestra historia y a la que nosotros hemos de seguir dando respuestas de Dios.
Sigue siendo un misterio que "la debilidad de un niño" siga llamando a los corazones de los creyentes para ponerse en sus manos. Sigue siendo un misterio que la palabra fraternidad siga sonando fuerte cuando hay muchas razones en muchas personas para borrarla. Sigue siendo un misterio que tú y yo, con nuestras debilidades, nos sigamos sintiendo tocados por el dedo de Dios a continuar un proyecto que va más allá de nosotros, pero también en esta época con nosotros.
Vivamos la Navidad, hagamos que las luces sean de verdad reflejo de La Luz que rompe y rasga la oscuridad, que la mesa de nuestra casa sepa a familia y a vida y compartamos lo que se nos ponga en los platos con sencillez, acordándonos de los que no tienen, que también están en el corazón de Dios. Sirvamos a la humanidad, no nos cansemos. Nuestro oficio es hermoso.
Dios nos siga bendiciendo para ser causa de bendición para muchos.
Un abrazo a todos en este encuentro de Navidad en el Señor
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